Parece que todos se han puesto de acuerdo en convertir la atención al cliente en una carrera de obstáculos.
Formularios eternos. Bots que no entienden ni “Hola”. Correos sin respuesta.
¿Te suena?
Si tú también eres cliente de otros… sabes lo que molesta.
Pero si ofreces servicios, ¿estás haciendo lo mismo sin darte cuenta?
1. No confundas “automatizar” con “deshumanizar”
Los bots están bien… para algunas tareas.
Pero no para responder una duda urgente, ni para calmar a alguien que está a punto de cancelar.
✔ Automatiza solo lo que no necesita empatía. Lo demás: mejor una persona que sepa escuchar.
2. No escondas el contacto como si fuera un secreto
“Entra en el menú, pulsa en ayuda, luego en soporte, y si sobrevives, te damos un email”.
Así no se construye confianza.
✔ El contacto debe estar visible, accesible y fácil. Si no quieres que te hablen, ¿para qué vendes?
3. No conviertas el problema del cliente en su culpa
Frases como “eso no depende de nosotros” o “es lo que hay” no resuelven nada.
✔ Asume, responde y ayuda. Aunque no sea tu culpa, es tu responsabilidad.
4. No dejes que un sistema sustituya a una estrategia
Respuestas predefinidas, tickets en cadena, clientes que pasan de mano en mano…
Eso no es atención, es supervivencia.
✔ Diseña una experiencia con lógica, con cariño y con continuidad. Porque el cliente no debería sentirse como un número más.
Entonces… ¿cómo te diferencias?
No hace falta un chatbot con IA ni un CRM de 300€ al mes.
Hace falta cabeza. Y humanidad.
- 🧩 Escucha de verdad
- 💬 Responde con claridad
- 🤝 Mantén el tono cercano, incluso en digital
- 🎯 Mejora cada punto de contacto
👉 ¿No sabes por dónde empezar?
Solicita tu auditoría de experiencia digital.
Miramos contigo el tablero y te decimos qué jugadas mejorar.